domingo, 5 de junio de 2011

LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN

La forma en que se ha manejado el gobierno de Guatemala, desde que se tiene idea de él, ha sido igual, siempre cooptado por otros intereses ajenos a sus funciones.

Durante la conquista se realizó un gran holocausto en contra de los habitantes originales de este territorio y a los sobrevivientes se les obligó a la esclavitud. Se crearon los pueblos de indios (acaso no será excluyente esta denominación) Los malos tratos estuvieron a la orden del día y uno supondría que al llegar la independencia en 1823, las cosas variarían, pero nada de eso sucedió, los abusos de los conquistadores que se quedaron en el territorio y los criollos, continuaron. La esclavitud continuó al terminar el período colonial.

La verdad es que la situación no varió, de fondo, solamente cambió a quien tenían que rendir cuentas, ya no había que hacerlo ante el Rey, ahora era ante los colonizadores y sus encomenderos y estos eran los que decidían, que es lo que se hacía en nuestro país, es decir, seguíamos siendo un país de encomenderos, es más hasta Fray Bartolomé de las Casas lo fue (si, ese al que plantean como el defensor de los indígenas, fue un explotador de los indios) aunque tiempo después enfrentara y denunciara las crueldades de los españoles contra los indígenas.

Después vino la producción de los tintes, la cochinilla y después y hasta la fecha la producción de café y siempre los indígenas de sirvientes-esclavos. Los dueños de las fincas de café fueron los que se quedaron con la conducción del país. Claro, se diversificaron y muchos de estos capitales fundaron los bancos y se convirtieron en banqueros y por lo tanto en los dueños del capital y en los que mandan.

No fue sino con la Revolución de Octubre de 1944, que verdaderamente se instauran los derechos de los indígenas, aunque hay que reconocer que han pasado 66 años y aún falta mucho para que estos habitantes adquieran el status de ciudadanos de primera.

La irrupción de la droga comienza en una forma organizada con la llegada de Carlos Arana Osorio al poder y su hijo, Tito, se ve enredado en una telenovela de las drogas, cuando vestidos como trabajadores de GUATEL, en los finales de los años sesentas, organizan un gran tiroteo en las proximidades de los campos deportivos de los Arcos, en la Avenida de las Américas. Este es el primer acto violento, armado, que se registra en el país, debido al tráfico de drogas.

En la estructura del Gobierno, ante la ineficacia de las fuerzas de seguridad, es delegado el ejército para la lucha contra las drogas y a pesar de que dentro de la policía se han creado organismos para luchar en contra de las drogas, siempre ha existido un aparato paralelo dentro del ejército, hasta la fecha. Vale la pena decir que el aparato de lucha contra las drogas está coordinado por militares y por la DEA. (De esto hablé en mi artículo anterior)

Muchos tratan de vendernos la idea que desde que se abrió el período democrático, es decir, desde que llegaron los presidentes civiles, es que se nos vino encima el narcotráfico. ¡Mentira! ¡Que publiquen cuanto se incautaba de droga en ese período! La respuesta es: ¡NADA!

Basta recordar a aquel Director de Aeronáutica Civil, en el período de Vinicio Cerezo, que fue baleado en su despacho, por oponerse a apagar las luces del aeropuerto La Aurora, para que aterrizaran naves con drogas, cosa que venía sucediendo por años, en la época de los regimenes militares.

Hay períodos oscuros en cuanto al manejo de las drogas en nuestro país, en todos los períodos de nuestra historia y se sabe de cómo los diferentes candidatos a Presidente o sus adláteres, se acercan para cada campaña a los capos de la droga, para que les den su apoyo económico, el cual es cuantioso y por el que no extienden recibos. Así que es engañabobos que el Tribunal Supremo Electoral diga que exigirá que los Partidos expongan de donde vienen sus fondos para la campaña. ¿Cómo habrán hecho algunos que tienen cuatro años de estar presentes, pagando vallas y publicaciones sin poner mientes en los gastos? ¿Será que han sido fondos honrados? ¡Hummmmmm!

Es sumamente preocupante, en este momento en que el Gobierno hace una campaña aparentemente con muchos éxitos en contra del narcotráfico, que al caer uno de los narcos más importantes en el país, Juan Ortiz, “Chamalé”, después de ser capturado, cuentan los mismos gringos que participaron en su captura, que les pide le presten un teléfono. Ni lerdos ni perezosos, sus captores le proporcionaron uno (es obvio que todas las llamadas que hizo, quedaron registradas en el celular)

“Chamalé” marca varios teléfonos de militares, el más importante, el del Ministro de la Defensa el General Valenzuela, debido a esas llamadas fue relevado el General Valenzuela y su hermano, quien era encargado de contrainteligencia militar en Guatemala.

Y, también marca otro, no menos importante, el de Gloria Torres, la cuñada del Presidente. La cual es obligada al día siguiente, a renunciar al Partido UNE y a alejarse de su hermana.

Cuando los gringos le preguntaron a “Chamalé” qué relación tenía con ellos, contestó que, eran sus empleados.

La pregunta más importante es, ¿por qué no están presos estos “empleados” de Chamalé”?

La respuesta es muy sencilla, porque todos los estratos de nuestra sociedad están cooptados por el Narcotráfico.

¿Alguien se atreve a negar que vivimos en un Narcoestado?

Esto solo puede suceder, porque vivimos en un Estado Fallido.

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