martes, 14 de diciembre de 2010

RAZONES DE ESTADO Y ESTADO DE DERECHO

RAZONES DE ESTADO Y
ESTADO DE DERECHO

Dijo Weber, en los inicios del siglo pasado, que los gobiernos se abrogaban el derecho de invocar las Razones de Estado y usar la fuerza ilegal del Estado, para deshacerse de sus enemigos y en nombre de esas razones estar dentro de la ley, aunque estén transgrediendo la ley.

Obviamente esto atenta contra el Estado de Derecho, que debe privar en una sociedad organizada. El vivo ejemplo de cómo se esgrimen las Razones de Estado, pasando sobre la ley, se evidencia en la limpieza social llevada a cabo en la Granja Penal de Pavón, donde se ejecutó extrajudicialmente a un grupo de reclusos o cuando el ejército hace desaparecer la documentación en que están registradas las ordenes, los memorandos, las batallas y las masacres ordenadas por los altos mandos del ejército, para protegerlos e impedir que puedan ser llevados ante la justicia por el genocidio que ejecutaron en contra del pueblo de Guatemala, durante los años 1980 a 1985, ¡que casualidad en esa época era jefe de Estado, el General Efraín Ríos Montt!

A nivel internacional, el sensacional caso Wikileaks-Assange, donde Estados Unidos pasa por encima del entramado judicial, no solo de su país sino internacional, acogiéndose a Razones de Estado, para, antidemocráticamente, intentar acallar, por cualquier medio, a Julian Assange y por ende a Wikileaks, buscando pretextos para juzgarlo por la mayor filtración de secretos diplomáticos, que Wikileaks sirvió como canal para divulgarlos, después de recibirlos de otra persona, que fue quien se las entregó y que trajo consigo el desenmascaramiento de la política exterior norteamericana. Ahora acusan a un soldado de haber robado estos documentos, pero resulta que el nivel de secretividad era de un circulo en el que podían accesarla TRES MILLONES DE FUNCIONARIOS, si un secreto ya no es secreto cuando lo saben más de dos personas, háganme el favor, que clase de secreto puede ser cuando lo saben tres millones de personas.

De cualquier manera los agentes de la CIA, han sembrado un caso de violación y de acoso sexual, para desprestigiar a Julian Assange, ¡en Suecia!, el país ejemplo de la libertad sexual y saben algo, resulta que una de las “damas” es una cubana-norteamericana ¡! Seguramente agente de la Agencia Central de Inteligencia CIA.
Según me he enterado, en Suecia puede considerarse una violación, si habiendo usado preservativo, el mismo se rompe o sea no es que se les haya obligado a mantener relaciones, ya que pueden haber consentido y tener este tipo de accidente y pueden acusar de violación a la pareja so el preservativo se rompe. La otra mujer habla de acoso sexual, por favor, estamos hablando de Suecia. Este es uno de los típicos casos de linchamiento político que realiza la CIA, cuando no puede matar al sujeto. ¿Por qué? Porque Assange es incomodo, ha publicado papeles que dejaron muy mal parado a Estados Unidos, como el caso de los vuelos y las cárceles secretas en Europa, donde desaparecen a las personas que sienten pueden ser amenaza a su seguridad o en otro de los casos más sonados, la publicación de videos donde se ordena a los tripulantes de un helicóptero del ejercito gringo, que disparen a un grupo de iraquíes desarmados. ¿Con qué derecho? La razón de Estado, es lo que ellos llaman la Doctrina de Seguridad Nacional del Estado Norteamericano.
No obstante la amenaza que pende sobre la vida de Julian Assange, éste dijo el martes 14 de diciembre “Ahora sabemos que Visa, MasterCard, PayPal y otras son instrumentos de la política exterior de Estados Unidos. Esto, es algo nuevo” y pidió a la comunidad internacional que proteja su trabajo del acoso del que es víctima. Afirmando que, “Mis convicciones permanecen inalterable. Yo continúo fiel a mis ideales. Estas circunstancias no me harán cambiar. Si algo ha conseguido este proceso es reforzar mi determinación por la verdad”

Al igual que los patrones de la prensa australiana, opino que el trabajo de Wikileaks y de Julian Assange, es meramente periodístico, del tipo investigativo. En una carta abierta al Gobierno, los directores de la prensa escrita y audiovisual condenan la reacción “profundamente molesta” de Canberra tras la difusión en la red de decenas de miles de telegramas diplomáticos. Obviamente una reacción que denota la servidumbre con que se comporta el gobierno australiano y especialmente la señora Julia Gillard, lo demuestra el que Australia ha figurado varias veces en telegramas publicados por WikiLeaks. Uno de ellos, indicaba que el ex primer ministro Kevin Rudd, actual titular de Relaciones Exteriores, pidió a Estados Unidos que contemplara el uso de la fuerza contra China en caso necesario.

Estiman los autores de la carta, los patronos de la prensa australiana, que WikiLeaks “forma parte de los medios” y no existe ninguna prueba de un peligro para individuos o para la seguridad nacional, derivado de la publicación de estos telegramas diplomáticos. Afirmando “Nos opondremos resueltamente a todo intento de ilegalizar la publicación de estos documentos”, escribieron a Julia Gillard, la Primera Ministra australiana.

“Intentar cerrar brutalmente WikiLeaks, amenazar con perseguir a quienes publiquen estas filtraciones y presionar a sociedades para que cesen sus actividades comerciales con WikiLeaks, es una amenaza seria para la democracia, la que reposa en una prensa libre e intrépida” Wikileaks ha hecho lo que hace la prensa desde siempre: “desvelar informaciones que los gobiernos preferirían mantener secretas”. Agregando, “ha cometido sin duda errores” pero también ha ofrecido a los ciudadanos la posibilidad de conocer los pensamientos de Washington “sobre algunas de las cuestiones de política exterior más complicadas de nuestra época” Por ejemplo, Australia ha figurado varias veces en telegramas publicados por WikiLeaks. Uno de ellos indicaba que el ex primer ministro Kevin Rudd, actual titular de Exteriores, pidió a Estados Unidos que contemplara el uso de la fuerza contra China en caso necesario.

Muchos organismos que hablan de democracia, han quedado en evidencia, uno de ellos es la SIP (SOCIEDAD INTERAMERICANA DE PRENSA) que hasta el momento no ha dicho esta boca es mía y ha obviado pronunciarse para que se respete la función periodística de Wikileaks y el derecho que le asiste a divulgar la información que llegue a sus manos.

Así debiera ser en un Estado de Derecho, pero como vemos, mucho demócratas encuentran más cómodo recurrir a las Razones de Estado.

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