martes, 19 de enero de 2010

HAITÍ Y LO INCREIBLE. . .


En Haití la realidad se vuelve paranormal, demencial, fuera de toda lógica y verdaderamente espeluznante.
El humano ha alcanzado estadios de desarrollo que rayan con lo fantástico en un extremo y con lo pedestre en el otro, unos seres juegan a ser dioses y otros, en estado meramente NATURAL, apenas logran entender unas pocas letras.
Digo esto, después de leer algo que me ha dejado pasmado, estupefacto, atónito, ante lo que entraña, lo he recibido por Internet y se los transcribo textualmente, “La Flota Rusa del Norte, indica que el sismo que ha devastado a Haití fue el claro resultado de una prueba de la Marina Estadounidense, de una de sus armas de terremotos. Han elaborado un diagrama de sucesión lineal respecto de los terremotos denunciados, que casualmente se produjeron a la misma profundidad en Haití, Venezuela y Honduras. Desde finales de la década de 1970, los Estados Unidos han "avanzado enormemente" en el desarrollo de sus armas de terremotos y, según estos informes, ahora emplea dispositivos que usan una tecnología de Pulso, Plasma y Sónico Electromagnético, Tesla, junto con "bombas de ondas de choque". El informe compara, además, la experimentación de la Marina Estadounidense de dos de estas armas de terremotos, utilizadas la semana pasada, la prueba en el Pacífico, que causó un terremoto de magnitud 6.5, que azotó el área de la ciudad de Eureka, en California, sin causar muertes, pero su prueba en Haití, causó la muerte de al menos 140 mil inocentes.
Al existir una correlación entre la actividad sísmica y la Ionosfera, mediante el control de la Radiofrecuencia inducida por Hipocampos, en el marco de HAARP, se concluye que:
Los terremotos en los que la profundidad es linealmente idéntica en la misma falla, se producen por proyección lineal de frecuencias inducidas.
La configuración de satélites permite generar proyecciones concentradas de frecuencias en puntos determinados (Hipocampos).
Se ha elaborado un diagrama de sucesión lineal respecto de los terremotos denunciados, en que casualmente se produjeron todos a la misma profundidad Venezuela el 8 de Enero 2010. Profundidad 10 kms.
Honduras el 11 de Enero 2010. Profundidad 10 kms.
Haití el 12 de Enero 2010. Profundidad 10 kms.
El resto de las réplicas tuvieron profundidades de alrededor de 10 kms.”

Lo menos que uno puede preguntarse, es ¿Acaso esto que sucedió en Haití no es un GENOCIDIO? ¿Así que han desarrollado “armas de terremoto” y pueden manipular las condiciones telúricas del mundo? ¿Por qué no lo habían hecho público? Talvez la más importante ¿Cómo pueden manipular la vida sobre la corteza terrestre, sin tomar en cuenta que pueden terminar con la vida humana?
Será que por eso “tomaron posesión” de Haití, para evitar que se cree un gobierno de tinte patriótico, que exija que les pague Estados Unidos los daños infringidos, aunque ¿Existirá pago posible por los ciento cuarenta mil ciudadanos haitianos muertos?

El Consejo de Seguridad de la ONU, debe sentar en el banquillo de los acusados, a quienes dirigen la Nación estadounidense, para interrogarlos al respecto de estos acontecimientos, y la Armada Rusa, debe presentar la información pertinente, ya que de no hacerlo estaría realizando encubrimiento, en un caso monstruoso de GENOCIDIO.

También me parece interesante que algunos medios de comunicación internacional, hayan hecho titulares, indicando que “EEUU ha tomado posesión de Haití” y resulta interesante que el ejército norteamericano, haya impedido el arribo de un avión enviado por el gobierno de Francia, con ayuda para el pueblo haitiano. El gobierno francés ha emitido una condena en contra de este abuso, cometido en su contra. . . pero ¿quien les hace caso?

Les recuerdo que fue Haití el primer país de América, que se independizó, eso sucedió en la primera década de 1800. Hace exactamente doscientos años, los esclavos haitianos derrocaron a sus amos franceses, la primera revolución nacional de esclavos, con éxito en la historia. Lo que Espartaco soñó, los esclavos haitianos lo consiguieron, nada menos que contra el ejército de Napoleón Bonaparte.

Fue un logro enorme y el Occidente blanco no se lo ha perdonado nunca.
Obviamente, Haití, fue obligado a pagar “reparaciones” a los dueños de los esclavos.
Los EEUU intervinieron en Haití, lo hicieron muchas veces y siempre con funestos resultados para los haitianos, se negaron a reconocer al país durante más de sesenta años y después lo invadieron en 1915, fundamentalmente para abrirlo a “la propiedad extranjera de los asuntos locales”. Después de diecinueve años de ocupación, los estadounidenses respaldaron una serie de sangrientas dictaduras para proteger a esos “propietarios extranjeros” y antes de irse, impusieron la dictadura de Papa Doc, al morir este impusieron a Baby Doc, el que fue derrocado por el pueblo y se refugió. . . en los Estados Unidos.
En el año 2000, fue electo democráticamente por segunda vez y por una mayoría aplastante, Jean Bertrand Aristide, no obstante al poco tiempo fue defenestrado por un Golpe de Estado, orquestado por la Administración Bush, la segunda vez en la que un presidente de EEUU llamado George Bush, derrocaba al democráticamente electo Presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide. Merece la pena repetir ahora ese relato:
Aunque quiso representarse el golpe de estado de Haití, como un levantamiento irreprimible del descontento popular, fue desde luego el resultado de la política intervencionista de Bush, que financió la oposición política al Presidente Jean-Bertrand Aristide, enviando armas a los haitianos exiliados y estrangulando la economía del país, haciendo que los precios de los alimentos se dispararan, el desempleo alcanzara el 70% y el desbaratado gobierno perdió el control de la sociedad, ante las bandas armadas de criminales, de fanáticos y de meros desesperados, financiados por el gobierno gringo.
No había duda de que Aristide y su partido habían recibido una abrumadora mayoría de votos legítimos. No obstante, el pretexto esgrimido por la administración Bush, para el letal aplastamiento del régimen de Aristide, fueron las incorfomidades expresadas por los “observadores electorales”, que encontraron que “parecían poco fiables los resultados en siete de los escaños” al senado.
Esas votaciones, fueron las terceras elecciones libres de la nación en 200 años de historia y se vieron deslucidas, por esos informes de “irregularidades”, (aunque no fueran ni por asomo tan “falseadas”, como las que se vieron en EEUU, cuando se nombraba, ese mismo año, Presidente al segundo aspirante a la Presidencia de los Estados Unidos) ¿Qué fue lo que ocurrió?
Se convocó a nuevas elecciones para esos escaños, pero la oposición –dos facciones financiadas por las maquinarias subversivas favoritas de Washington, el orwelliano “National Endowment for Democracy” y el “International Republican Institute”-, se negaron a participar.
El gobierno de Aristide, fracasó, porque no pudo convocar a la legislatura. Cuando tomó posesión Bush, se dedicó a apretar aún más las tuercas del bloqueo internacional sobre la isla.
El objetivo final de este brutal galimatías, fue machacar aún más, al sufrido pueblo de Haiti y destrozar la capacidad de Arístide para gobernar.
Su crimen real, desde luego, no fueron los disparates de una elección estilo Florida ni la supuesta “tiranía”… No, Aristide hizo algo peor que rellenar papeletas o matar a la gente, había intentado elevar el salario mínimo a la principesca suma de dos dólares al día.
Esto desató la “indignación” de las corporaciones estadounidenses –y de sus lacayos locales- que durante generaciones habían utilizado Haití como un “estanque” de mano de obra barata, consiguiendo beneficios infinitos. Esta fue la gota que derramó el vaso, fue el colmo para las facciones elitistas, una de las cuales está dirigida por un ciudadano estadounidense, designado en su día por Reagan-Bush, para manejar la economía del país, el magnate Andy Apaid.
Por ejemplo, el plan Reagan-Bush obligó a Haití a levantar las tarifas de importación sobre el arroz, que había sido siempre un producto básico de cultivo local, logrado esto, inundaron Haiti con el arroz estadounidense, fuertemente subvencionado, destruyendo el mercado local y dejando sin trabajo a miles de campesinos, que antes eran autosuficientes.
Con un mercado ya cautivo, las compañías estadounidenses aumentaron sus precios, extendiendo la ruina y el hambre por toda la sociedad haitiana. Los campesinos sin empleo proporcionaron nueva carne de cañón a las fábricas de Apaid y sus compinches. Reagan y Bush, contribuyeron por su parte, aboliendo los impuestos a las corporaciones estadounidenses que montaran fábricas de trabajo esclavista. El resultado fue una precipitada caída de los salarios y de la esperanza de vida.
La primera elección de Arístide en 1990, amenazó esos cómodos acuerdos, por eso fue debidamente expulsado rápidamente, mediante un golpe militar.
Bill Clinton restauró en el poder a Arístide en 1994, pero sólo tras haberle forzado a aceptar las “reformas de mercado”. El fallo principal de Arístide, como dirigente, fue su intento de cumplir las exigencias de ese chantaje bipartidista. Como en cualquier otra nación que cae bajo la égida del FMI, la ya frágil economía haitiana, se vino abajo. Pero la gente de la familia Bush, como Apaid, empujaron al país al caos total, convirtiéndolo en presa fácil de los señores de la guerra, a quienes Bush les suministró armas a través de la República Dominicana, según informa el Boston Globe…
Cuando Arístide llegó a un acuerdo, auspiciado por los dirigentes del Caribe, que le hizo finalmente ceder poder ante la oposición financiada por Bush, pero al menos preservar el carácter de la democracia haitiana, Apaid y sus compinches rechazaron la oferta, con las bendiciones de sus financistas en Washington. . . que de repente proclamaron que no tenían influencia sobre sus recalcitrantes peones de alquiler. Los pistoleros estadounidenses dijeron a Arístide, que si no dimitía le dejarían morir a manos de los rebeldes. Después lo metieron en un avión y lo lanzaron en medio de África. En cuestión de horas, los terroristas apoyados por Bush, desfilaban abiertamente por Puerto Príncipe, ejecutando a los seguidores de Arístide.
En una forma extraña de implantar la democracia.
¡Misión cumplida! ¡Ya nadie más va a pedir dos dólares al día!

2 comentarios:

  1. De las sanganadas politicas de los gringos no es de dudar. Porque a muchos paises se las han hecho, incluida nuestra patria Guatemala. Pero lo que si lo deja a uno boquiabierto es lo del uso de las armas; eso suena a ciencia ficcion, pero viniendo de esa nacion tan peligrosa, pues todo es posible. Le estare enviando esta nota a mi sobrino que estudia un doctorado en fisica de los plasmas en USA, para saber que opina sobre ese asunto.

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  2. ¿Necesitarán los americanos Haití con vistas a invadir Cuba? Rumores no faltan en las altas esferas políticas.

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