domingo, 15 de agosto de 2010

EL CASO GIAMMATTEI

EL CASO GIAMMATTEI

Nos quejamos de la violencia, pero adoramos la violencia, nuestro universo como pueblo, es la violencia, vivimos en la violencia intrafamiliar, somos abusadores en cuanto podemos, nos gusta armar problema en donde no lo hay, somos “peleoneros” para sentirnos más “machos” (hombres y mujeres), existen mujeres que gozan con los uniformes militares y muchos de nuestros compatriotas añoran la bota militar.

Cuando compitió como candidato a la Presidencia el General Carlos Arana Osorio, utilizó como carta de presentación, la brutal represión que desató en contra de quienes querían la democracia y un Estado con justicia Social, como Ministro de la Defensa durante la presidencia de Julio César Méndez Montenegro, un anodino presidente, que en un acto por demás estupido, habiendo sido electo justamente, lo primero que hizo fue proponer al ejército nacional, un pacto de 11 puntos, que lo amarraba al ejército y convertía a su Ministro de la Defensa, precisamente Arana Osorio, en su jefe.

El Motagua fue testigo de la brutalidad de este General.

La bestialidad y violencia de Romeo Lucas, fue lo que hizo que ganara las elecciones, llevando como Vice Presidente a un social demócrata, el Dr. Francisco Villagrán Kramer, la violencia y saña con que se desempeño, conjuntamente con su hermano Benedicto, fue enorme, logrando que su Vicepresidente renunciara y se asilara, denunciando al régimen como genocida.

Por un Golpe de Estado a Romeo Lucas, llega el General Efraín Ríos Montt a Jefe de Estado y demuestra ser el más sanguinario de nuestra historia, sin embargo, con su predica evangélica, captó la simpatía de mucha gente.

También Ríos Montt es defenestrado por el ejército, con un Golpe de Estado.

Después de las dictaduras militares, llega este que se ha llamado el “período democrático” y se comienza un ataque furibundo por parte de la Oligarquía criolla, en contra de cada uno de los Presidentes que han ejercido ese cargo desde 1986 a la fecha, exigiendo la mano dura, es curioso que al negársele la participación a Ríos Montt como candidato a la Presidencia, debido a una relación coyuntural con Alfonso Portillo, ya que Portillo andaba con Zury Ríos y le contaba chistes al General, se convierte de la noche a la mañana, en el delfín del General mesiánico, con el apoyo de una parte de la oligarquía entre los que destacó Dionisio Gutiérrez, que aprovisionó a Portillo de los helicópteros y el dinero necesario para ganar en su segunda campaña presidencial.

La carta de presentación de Portillo fue, haber asesinado a dos estudiantes mexicanos en Chilpancingo, lo que lo convirtió casi en héroe nacional.

Durante el gobierno de Berger, encargó el Ministerio de Gobernación al licenciado Carlos Vielman, la Dirección de la Policía Nacional Civil a Edwin Sperinssen y después, la Dirección General de Presidios a Alejandro Giammattei, rodeados de profesionales universitarios, que habían estudiado en Taiwán temas relacionados con la seguridad y que tenían ganas de ejercer como sicarios, varios de ellos participaron abiertamente en el Plan Pavo Real, la masacre de Pavón, como ejemplo están los hermanos Benítez, que sin pertenecer a la PNC, aparecieron en las portadas de los diarios, vestidos a lo “Rambo” durante la masacre de Pavón, el 25 de septiembre del 2006.

El Licenciado Carlos Vielman es hermano del actual Vicepresidente de la República, Doctor Espada y que salió del país, hace cerca de un mes, cuando fue advertido que en cualquier momento podía ser capturado por las investigaciones de la CICIG, en este caso.

Está Pendiente la ejecución de la orden de captura por parte de INTERPOL, contra Carlos Vielman, Edwin Sperinssen y Figueroa, ex Ministro de Gobernación, ex Director de la PNC.

El cerebro retorcido de la operación, Alejandro Giammattei, se encuentra detenido y sujeto a proceso.

Han sorprendido a la opinión pública y a los analistas políticos, las declaraciones del Dr. Eduardo Stein que afirma que la acción fue acordada en Consejo de Ministros, ya que de ser así, Berger, Stein y todos los Ministros deben ser juzgados por estos asesinatos, que según esta declaraciones se han situado en la esfera de los CRIMENES DE ESTADO y que lo que buscaban era eliminar a los que desde la cárcel manejaban el narcotráfico, ¿la competencia?, ya que no se recupero ningún poder al interior de las cárceles, el poder en las cárceles sigue siendo cosa de los presos. Nada cambio. Solamente hubo limpieza por conveniencias del poder.

Durante la campaña a la Presidencia de Alejandro Giammattei, su carta de presentación, fue la de haber ejecutado a los presos que manejaban el poder en la cárcel de Pavón.

Ahora se hace la victima, cuando la CICIG lo incrimina por estos crímenes, es de aclarar a la población que engañada por los medios de comunicación se manifiesta en apoyo de Giammattei, que nuestra Constitución especifica que nadie puede estar por encima de la Ley y que nadie puede ser obligado a ejecutar actos reñidos con la Ley.

Si este grupo de “matarifes” realizó esta masacre, debe responder ante la Ley, si es que queremos dejar de ser un Estado Fallido.

Nadie puede arrogarse la facultad de hacer limpieza social, para eso existen mecanismos legales para castigar a quienes infringen la Ley.

Así que Oscar Berger, Eduardo Stein, el Consejo de Ministros de ese momento, Carlos Vielman, Edwin Sperinssen, Alejandro Giammattei y todos los que resulten culpables de esta masacre deben ser procesados.

Y a nuestros conciudadanos, mando un mensaje, por favor estudien, lean y no se dejen llevar como ignorantes y desconocedores de la Ley, a apoyar que el asesinato vuelva a ser institucionalizado en nuestro país, aún se están descubriendo y abriendo las tumbas comunes en las que se encuentran los restos de quienes fueron asesinados en nombre de la violencia institucionalizada por los regimenes militares.

No permitamos que esto vuelva a suceder.


2 comentarios:

  1. Roberto. La política se define como un polígono irregular de fuerzas donde el vector dominante impone un rumbo. El caso de impacto que nos ocupa, los asesinatos extrajudiciales, tiene en la esfera pública objetivos ocultos. Quedan, otra vez, las variables de los intereses partidadarios. Existe el Estado de Derecho, por lo que toda aquella persona que actué en contra de esta normativa debe someterse a las disposiciones propias de la ley, cuando esta se infringe. Sin embargo, en el escenario político las acciones no son tan simples. La versión hollywood de la vida no existe. Entonces, concuerdo con tu persona, existe una sociedad sicótica que resuelve muchas de sus diferencias por la violencia. Hasta la fecha se considera que mi oponente político es mi enemigo, y por ende hay que eliminarlo. Otra vez volvemos sobre los intereses creados.
    Tenemos una historia sobre la violencia, si bien tu columna apunta al último cuarto del siglo XX, recordá que el mismo estuvo configurado por dos largas dictaduras. De allí esa mentalidad retorcida de muchos guatemaltecos de comprender la vida como una acto de violencia.

    Felicitaciones por la columna.

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  2. En realidad no tenemos un Estado de Derecho. Creemos que lo tenemos pero no es así. Como ciudadana guatemalteca he denunciado a todas las instancias posibles hechos mínimos que atentan contra mis derechos de vivir en paz, y ni el Ministerio Público, ni el Ministerio de Ambiente, ni Gobernación Departamental (que perdonen pero es un gran cero a la izquierda) ni la Municipalidad de Guatemala ni la Procuraduría de DH ha podido resolverme nada. Tengo un expediente muy grande que pienso reactivar este 2011 por el pinche abuso de una Iglesia Evangélica ruidosa y que cae en lo cursi y la ridiculez con sus prácticas,que no me importan realmente, hasta que pasan por encima de mi derecho al silencio en mi propia casa. Entonces el punto es que ni una sola institución de gobierno es capaz de resolverle a los ciudadanos honrados absolutamente nada. En el 2009 me robaron también mi vehículo y ni les cuento que sospecho quien lo hizo. Me parece que fueron policías asociados con delincuentes comunes. Entonces ¿Cómo esperan que la gente no sea violenta? ¿Cómo no va a provocar indignación e ira, la incapacidad y complicidad demostrada hasta el cansancio por el Estado con el crimen organizado? y ¿Qué hacen de sustancioso los medios de comunicación, como no sea seguir martillando la desgracia del guatemalteco para vender màs? y si seguimos las experiencias de nuestros padres y abuelos que nos hablan de orden y honradez en los tiempos de las dictaduras, ¿Cómo los latinoamericanos no las vamos a añorar? ¿De qué Estado de Derecho hablamos? Lastimosamente, tristemente,desgraciadamente muchos guatemaltecos si no la mayoría, cansados de tanto abuso y promesa incumplida, aplaude a estos violentos chapulines colorados. Ojalá la honesta voluntad política y la fuerte organización civil logre algún día cambiar estos paradigmas.

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