lunes, 28 de marzo de 2011

Vamos Patria a caminar

Vamos Patria a caminar

Se le salieron los colmillos, Coronel Mario Mérida, la bestia que trataba de esconder, rompió el hechizo y el animal salió a la superficie, borrando la imagen del analista político, que usted ha tratado de dar.

Verdaderamente es penoso, en adelante nadie podrá tomarlo en serio, ya que para ser analista político, no es posible evidenciar los odios que se guardan ni los rencores que se ocultan tras la labia pseudointelectual.

Mario, usted desbarró.

Le cuento porque digo que desbarró, porque usted no ignora que cuando capturaron a Otto Rene Castillo y a Nora Paiz, en 1967, las tropas no lo hicieron por valentía, sino porque ellos estaban muy enfermos, con una diarrea espantosa, totalmente deshidratados y prácticamente no se podían mover, mucho menos luchar.

Llevaban cuatro días buscando comida, cuando llegaron al rancho, donde lo único que pudo darles el campesino que los ayudó, fue un plato de frijoles parados.

¡Después de cuatro días sin comer, tragarse un plato de frijoles parados, es ponerse una bomba en el estomago! No llegaron más allá de unos cincuenta metros del rancho y allí quedaron tirados, no tenían fuerzas para nada, tenían calambres, vomitaban y la diarrea no les dejó caminar, por eso fue que los capturaron.

Nadie puede decir que Otto fue un asesino ni un secuestrador, como algún trasnochado derechista dijo como comentario a su escrito, aquí lo que hubo fue una guerra y las guerras tienen sus reglas, ustedes no cumplieron con ninguna de ellas.

Usted sabe bien que así fue.

Los llevaron al cuartel y los torturaron hasta morir. La tortura fue una de las armas favoritas del ejército guatemalteco, durante la guerra interna

Usted habla de seis mil muertos por la guerrilla, pero la guerra interna dejó más de doscientos cincuenta mil guatemaltecos muertos, quiere decir que reconoce que el resto fue a cuenta del ejército y los grupos paramilitares, organizados por el mismo ejército.

Usted, como jefe de la G2, manipuló la vida política de nuestro país, ya que fue usted el primero que comenzó a impulsar la vida política de Alfonso Portillo Cabrera, con aquellos viajes pagados por su agencia (la G2), el primero de los viajes fue a Cuba (que contrasentido que precisamente a la isla lo hayan mandado con varias de sus amistades, con todos los gastos pagados) y Portillo, que era un “muerto de hambre” no dudó un momento en aceptar los regalitos de ustedes y desde ese momento comenzó a trabajar para ustedes, como “asesor”.

¿Acaso no es cierto esto, Coronel?

Ustedes fueron los que les vendieron la idea de utilizar a Alfonso, a los norteamericanos, recuerdo que después de las invitaciones de ustedes a los viajes, fue el Departamento de Estado de los Estados Unidos, quien lo invitó como una de las jóvenes promesas políticas de América Latina, así es, son los mismos que ahora tratan de llevárselo a los Estados Unidos, a purgar la pena que le corresponde en ese país.

Cuando alguien deja de serles útil, lo hacen pedazos, en este caso, terminan de hacerlo pedazos. Así les pagan a sus servidores los norteamericanos.

Pero volviendo a lo primero, acaso no se supone que se firmó la Paz, Firme y Duradera o estas palabras que usted escribió son las premoniciones acerca de cómo se pondrá nuevamente la situación si su partido gana, ya que es evidente que está con Otto Pérez Molina.

¿Volveremos a los años ochenta? Cuéntenos, por favor.

2 comentarios:

  1. Mucha más información en "Comunidades arrasadas", en librería Sophos http://www.editorialsepha.com/n/len/0/prd/127/comunidades-arrasadas

    ResponderEliminar