martes, 6 de diciembre de 2011

REVIVIENDO LOS FANTASMAS DEL PASADO

Quién podría adivinar que se levantarían nuevas amenazas y que los agresores se confesarían agredidos. Que quienes tuvieron una política de tierra arrasada, se quejan de que fueron ofendidos por los izquierdistas.

Uno de ellos, cuyo hijo fue secuestrado y liberado, previo la divulgación de un comunicado insurgente, caso desafortunado, pero que afortunadamente tuvo un final feliz, no como (se dice) una buena cantidad de detenidos-torturados-desaparecidos, que este padre tiene sobre sus espaldas, que nunca tuvieron final feliz, ya que aún son buscados por sus familiares, piden información y nadie se las da.

¿Acaso no debiera ser este Coronel Ricardo Méndez Ruiz, que fue afortunado al regresar su hijo sano y salvo a su hogar, un ejemplo y al saber lo que duele la incertidumbre de no saber de un ser querido, rompiera la línea del ejército y procurara la información que por años han buscado esas familias?

¿O no logro humanizar su posición de padre dolido y aceptar que otros padres o parientes sufren igual o peor que él este calvario?

¿Qué aprendieron, de nuevo, los militares o es que el lavado de cerebro, trotando y gritando en coro la famosa tonadita “comunista visto, comunista muerto” aún les domina el entendimiento?

No queda más, que pensar que cuando surgen de las tinieblas las voces que aparentemente habían acabado, que seguimos estando al borde del abismo y en peligro de dar el paso al frente.

Me parece que todos los guatemaltecos tenemos el derecho de acudir a los tribunales para que se haga justicia, pero no como lo hace Méndez Ruíz, acusando a la Fiscal General e implicando caprichosamente a su familia en este secuestro de su hijo, porque es como poner un fórceps a las posibilidades de la justicia y aprovecharla para su servicio, como lo hicieron los militares, cuando ejercieron el poder desde 1954 hasta 1985, dictadura tras dictadura y basados en un régimen de terror.

Todavía me pregunto, atónito, ¿cómo es que Ricardo Méndez Ruíz siendo Ministro de Gobernación no aclaró el secuestro de su hijo? Tuvo todo el mecanismo del Estado a su disposición o ¿es que lo envalentona y se aprovecha de que llega un colega a la Presidencia de la República y espera volver al tiempo de las dictaduras militares? O ¿simplemente es un alfil más en este tablero de ajedrez, que está jugando un sector del ejército, para desestabilizar la incipiente democracia que apenas hemos alcanzado en Guatemala, después de 25 años?

¿Será que Otto Pérez Molina permitirá, nuevamente, el abuso de los militares, principalmente los de línea dura del ejército o de verdad hará que prevalezca el Estado de Derecho, como prometió?
Son muchas interrogantes, sin respuesta.

No hay que olvidar que el ejército, al igual que todos los regímenes diz que “democráticos, han obedecido, como marionetas, al poder económico, ahora el G-8, esos que manipulan por medio de los medios de comunicación, que les pertenecen, –prensa, radio y televisión-, la voluntad ciudadana.

Es indudable que el candidato impuesto por la Oligarquía guatemalteca, es el General Otto Pérez Molina, falta saber exactamente, para qué, es que lo impusieron.

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