domingo, 28 de agosto de 2011

A QUINCE DÍAS


Faltan quince días para que se celebre el evento “eleccionario”, para el que el “verdadero poder” ha dedicado más de tres años y medio de esfuerzos, para que esta vez sus “deseos” se vean cumplidos.

Hace cuatro años asistimos sorprendidos a la ganancia de Álvaro Colom, contra todas las encuestas y el uso de los medios de comunicación usados como toriles para inducir el voto de los indecisos, pocos creían en su triunfo, creo que ni el mismo.

Desde ese momento comenzó el ataque, ¡se “atrevió a cruzarse en el camino del poder”!

Lo demás es historia, se utilizó cada uno de los errores del mandatario, que por cierto fueron muchos, y donde no hubo errores se los inventaron, se le descalificó, señalando a Sandra Torres como el verdadero poder tras el trono, realizando una campaña publicitaria digna de una película, logrando provocar en las capas medias y en la oligarquía criolla el miedo-odio a la ascensión de ella a la candidatura a Presidente, mientras por el otro lado se invirtió en una campaña sin precedentes para el ungido (el General Otto Pérez Molina) por el G8 y el Departamento de Estado (que al principio tuvo sus dudas, pero que se plegó a los verdaderos dueños del país), todo, sin que existiera al parecer reacción alguna por parte de los Colom-Torres.

Y desde ese momento comenzó la campaña presidencial para Pérez Molina, con un gasto bestial y sin precedentes en nuestro país.

Acá, vale la pena señalar que muchos caemos en el error de pensar en los medios de comunicación como muy “independientes del poder real” en Guatemala, cuando lo cierto es que ¡los medios son propiedad de la oligarquía y, obviamente, defienden sus intereses!

En fin, usando estos medios de comunicación y el “chisme”, algo que nos encanta a todos los guatemaltecos, se convirtió a Sandra Torres en un monstruo apocalíptico, una mujer peor que “Cruella Devil”, una “femme fatale” de las películas de los años cuarenta, una agente del comunismo internacional y toda una serie de tonterías, que de tanto repetirse, paran siendo aceptadas como verdades y para eso ha habido profesionales de la comunicación dedicada a tiempo completo, estos tres años y pico, para trabajar en esta campaña de “bolas” y desinformación.

Lo que hay que señalar, es que todo sucedió con la pasividad por parte del gobierno de Colom, coincidente con su blandengue forma de ser, cosa que sería inexplicable en otro hombre, a quien hubieran ofendido gravemente a su esposa.

Inexplicable digo, porque tenía a la mano la forma de detectar de donde venía esa ofensiva, tanto en telescuchas, cómo para detectar la procedencia de los mensajes en los medios cibernéticos o ¿para qué le sirvió la inteligencia militar?

Vale la pena recordar cómo, cuando se dieron los mensajes que trataban de crear desconfianza en el Banco Industrial, en pocos días capturaron al hechor de los mismos, entonces ¿Por qué no usó ese mismo poder, para saber de dónde le venían los golpes?

Aunque tampoco lo uso cuando montaron la campaña contra BANRURAL, es más los demás bancos no dijeron nada, lo cual fue muy sospechoso, ya que estaba en la misma línea de las acciones de Rosenberg.

Valiente Comandante General del Ejército, que no sabía con que contaba o no le quisieron dar los medios sus dirigidos.

Esta campaña de desprestigio por medio de los medios de comunicación y de todos los otros medios cibernéticos, dio como resultado que las capas medias y la oligarquía, regularmente mal informadas, tomasen un temor irracional hacia Sandra Torres, adjudicándole todos los poderes del mal.
Lo que nadie se explica en el extranjero es, cómo es posible que en pleno siglo veintiuno, siglo de la información, el poder de la prensa, en un país que lee muy poco, haya podido hacer un acto de magia y lograr que nuestro pueblo ignore el hecho de que un General acusado internacionalmente de genocidio, sea su candidato a Presidente y le importe más si Sandra es fea, si tuvo muchos amantes, si fue guerrillera o robo mucho, en nuestro imaginario colectivo, por lo que lograron, es más desgraciado ser ladrón que asesino.

Baste recordar que igual sucedió con Portillo, con el apoyo de los Campero, que hasta le ganó votos el haber matado a dos universitarios en México.

No lo entienden, porque les falta parte de esta información o sea la de la gran red que tejieron con los medios cibernéticos, para distraer la atención del pueblo, creando un monstruo alienígena con Sandra Torres y también, a que ignoran el papel que la inteligencia militar juega en la actualidad en Guatemala, antes sirvieron de bastión del ejército en la guerra de los treinta y seis años, pero terminada esta guerra, según la investigación realizada por Francisco Goldman, “su trabajo es al servicio del crimen organizado”.

Hay que decir también, que el Embajador de los Estados Unidos, se lavó las manos como despedida, al decir que en el asunto de los candidatos a Presidente de nuestro país, ellos no interfieren y que esperan que elijamos al mejor. ¿Y los datos que ellos poseen de los candidatos qué? ¿Por qué no los entregan? ¿No que somos amigos? Porque nos dejan equivocarnos, cuando ellos mismos, en Wikileaks, han hablado de las conexiones de los distintos candidatos con el Departamento de Estado. ¿Acaso no son ellos los guardianes del planeta? Sólo cuando les conviene, ahora resulta que no les importa ni ayudan a desvelar los nexos de nuestros candidatos, no sólo con el crimen organizado sino con el narcotráfico.

Por eso es la dependencia que se genera de parte de nuestros gobernantes hacia los primos del norte, siempre les tienen la “cola machucada” y con eso se aseguran la servidumbre.

¡Nuestro país, les vale madre!

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